La interfaz se limita a una pequeña ventana en la que solo se ve el logotipo de Google en colores sencillos, así como tres opciones. No hay barra de búsqueda, y en su lugar los usuarios pueden iniciar una búsqueda con la tecla S; con la tecla G acceden a Gmail y con la tecla A entran a su cuenta. Una vez iniciemos la búsqueda, el texto se introduce en una pequeña ventana, y los resultados de la misma se limitan a una breve vista previa del texto y la URL de la página.
Todo un reto que nos demuestra como la pasión puede superar al paso del tiempo, y es que no deja de ser sorprendente que un ordenador lanzado en 1982 sea capaz de mostrar, a su manera, sitios web de uso actual.
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